sábado, 16 de mayo de 2009

¡Qué tristeza!

Hubiese querido estar con vos. Sabés bien que lo hablamos, pero el maldito dinero no me lo permite.

Mi querido amigo, mi desintresado y buen amigo, quisiera estar a tu lado, tenerte de la mano y ayudarte a que lo irreversible fuese lo más suave posible.

Justo cuando todo se daba como para que fueras plenamete felíz, has tenido que sufrir tanto, pero tanto.

Mi alma no necesita pasaje y está ahora al lado de la tuya. Sabé que te quiero, que te quermos todos aquí y que la tristeza nos invade.

Solo pensá que ya has cumplido todos tus karmas, y que ahora recibirás la recompensa eterna.

No hay comentarios: